Ajedrez: La jugada maestra de Brian Callaghan

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Gibraltar, 30 de enero de 2016                                                                        

Son las doce del mediodía y el hotel La Caleta de Gibraltar parece un gran tablero de ajedrez. Unos atraviesan el recibidor en diagonal para consultar los horarios, otros caminan haciendo eles para sortear las mesas de la cafetería y hay quienes se mueven paso a paso en todas direcciones, como buscando algo que han perdido. Son los participantes del XIV Festival Internacional de Ajedrez Tradewise de Gibraltar. El festival es el mejor open del mundo según la Asociación de Profesionales del Ajedrez y su creador es Brian Callaghan, propietario del hotel, quien tuvo la idea de organizar un evento que en esta edición reúne a 450 jugadores procedentes de 58 países[1].

“Estoy muy feliz, por supuesto”, responde Callaghan cuando se le pregunta cómo se siente cuando ve todo lo que está ocurriendo a su alrededor. Ha hecho una pausa en su conversación con Leontxo García, el especialista en ajedrez del diario El País, para hablar sobre cómo surgió el festival y cuáles son sus objetivos más inmediatos. El empresario se muestra muy satisfecho de tener una amplia representación de los mejores jugadores del mundo. “Nuestro principal objetivo es reunir a jugadores que jueguen un ajedrez serio, pero que, al mismo tiempo, disfruten de lo que hacen”, puntualiza.

El logro de congregar a 253 participantes en la categoría de Masters[2] resulta aún más llamativo si se tiene en cuenta cómo empezó todo. Callaghan lo recuerda así: “Hace catorce años mi lucha era llenar algunas camas vacías en el invierno, pensé que el ajedrez era un juego que se jugaba en interiores, sin importar si llueve o hace sol, de manera que decidimos organizar un torneo de ajedrez, aunque entonces no teníamos ni idea de que se iba a convertir en lo que es ahora”.

El empresario subraya la importancia de crear un nicho de mercado para los hoteles costeros durante las temporadas bajas. Explica que organizar actividades que puedan llevarse a cabo con independencia del clima es una buena opción. “En España hay mucha competencia en el mercado hotelero de playas. Aquí tenemos bonitas playas, pero no son lo suficientemente grandes para sostener ese mercado, por eso necesitamos desarrollar nichos y el ajedrez es uno de ellos”, apostilla. Tras el ajedrez han llegado otras iniciativas como la ronda de los Europeos de Backgammon, que se celebrará la próxima semana en el hotel, u otras competiciones internacionales, como las de dardos o snooker[3].

Un cóctel infalible

“Cuando perdí la partida quería morirme, pero cambié de idea #VisitGibraltar #paella #dreamtournament #TGCF”. El texto es un tuit de Alexandra Samagonova, mejor jugadora de ajedrez de Kirguizistán en 2010 y 2014, ilustrado con una foto de una magnífica paella frente al sol y el mar en el hotel La Caleta. Para muchos el clima, la comida y la ubicación son grandes alicientes. Sin embargo, más allá de la anécdota, son muchos los factores que, junto al patrocinio de Tradewise y la colaboración del Gobierno de Gibraltar, han contribuido a situar al festival gibraltareño en la cima de los abiertos de ajedrez.

La designación de Stuart Conquest como director del evento fue clave para la evolución del festival. Callaghan tiene muy claro por qué Conquest era el hombre adecuado: “Además de ser un buen amigo, habla cuatro o cinco idiomas, es Gran Maestro, fue campeón del mundo sub 16, tiene muchos contactos con el mundo del ajedrez, es muy accesible y gusta mucho a todos”.

Conquest se asegura de que todo el engranaje funcione como un reloj. Enumera de memoria los resultados y recita los horarios de los eventos. Tan pronto se le ve concentrado en su iPad como con un sombrero de lentejuelas para presentar La Batalla de los Sexos, el ya tradicional encuentro entre hombres y mujeres, que se ha convertido en uno de los mayores éxitos de las actividades paralelas. En opinión de Conquest, los vínculos que se crean entre algunos de los participantes, que también se conocen de otras competiciones, es otro de los factores que contribuye al éxito del festival. “Ese rencuentro es fundamental, poco a poco nos vamos conociendo todos”, afirma.

La figura del comentarista es otra pieza esencial del tablero. Leontxo García se ha convertido en un asiduo del festival, al que no ha faltado desde que lo invitaron por primera vez hace ocho años. “Seamos claros, es la autoridad mundial, el máximo referente entre los países hispanohablantes y eso es indiscutible”, dice Callaghan sobre García. El comentarista se ríe y recuerda su primer contacto con el certamen: “Antes de venir, cuando leía lo que se estaba haciendo en Gibraltar, me di cuenta de que era algo extraordinario”. Como periodista, siempre ha intentado promover los enfoques más creativos del ajedrez, en un intento de sacarlo de una “endogamia” que considera uno de los mayores defectos del ajedrez internacional. “El ajedrez tiende mucho a mirar hacia sí mismo y poco a mirar hacia la sociedad y muy pronto vi que aquí se estaba haciendo justo lo contrario. Recibí una invitación de Gibraltar y, por supuesto, acepté de inmediato”..

García destaca la importancia del festival como imagen del lugar en el que se celebra. “Si vas por Gibraltar, Reikjavik o Santiago de Chile y les preguntas a los cien primeros viandantes qué es para ellos el ajedrez, más de noventa te dirán que es ‘inteligencia’ o que está relacionado con gente inteligente; la imagen del ajedrez está asociada a la idea de inteligencia y ésta es la idea que se asocia al lugar donde se organiza el evento”, argumenta.

Callaghan añade otra palabra para definir lo que ocurre durante el torneo: pasión. Es esa pasión la que le impide bajar la guardia y le hace decir con vehemencia que él y su equipo harán todo lo posible para que el Festival Internacional Tradewise de Ajedrez de Gibraltar siga siendo el mejor abierto del mundo.