Jugadores amateurs y semiprofesionales de todo el mundo acuden al Festival de Ajedrez de Gibraltar para medirse con los mejores
Gibraltar, 31 de enero de 2016
Jugar un partido oficial contra Roger Federer o Rafa Nadal es un sueƱo imposible para los tenistas aficionados. Un equipo de baloncesto de tercera regional jamĆ”s podrĆa enfrentarse al Barcelona o al Real Madrid. En la mayorĆa de los deportes, los no profesionales pueden aspirar, a los sumo, a hacerse una foto con sus Ćdolos. Un torneo abierto de ajedrez (open) es otra historia, ya que supone para muchos la oportunidad de jugar contra los grandes maestros. No hay distinciones de sexo ni de categorĆa. Como dice el especialista de ajedrez Leontxo GarcĆa en su crónica Rebelión en Gibraltar[1], en un open ālas estrellas de primera fila mundial se mezclan con un ejĆ©rcito de profesionales de segunda fila y otro de aficionadosā.
PodrĆa parecer que todo estĆ” escrito y que el principiante estĆ” condenado a una derrota segura si le llega la ocasión de medirse con un titĆ”n del ajedrez. No es asĆ. Las sorpresas de las primeras rondas del XIV Festival Internacional de Ajedrez Tradewise Gibraltar asĆ lo atestiguan. āEl hecho de que Viswanathan Anand, cinco veces campeón del mundo, no ganase, sino que hiciese tablas con Vadja Szidonia demuestra lo emocionante que puede llegar a serā, afirma el director del festival, Stuart Conquest. La expectación era mĆ”xima y la sorpresa fue mayĆŗscula. Anand no habĆa jugado en un open desde hacĆa mĆ”s de 23 aƱos y, contra todo pronóstico, no logró vencer a una ajedrecista hĆŗngara situada 125 puestos por debajo de Ć©l en el ranking internacional. āSeguramente era la Ćŗnica vez en su vida que ella se iba a enfrentar con Anand y se entregó a fondoā, apunta Conquest.
Ćsta es precisamente la idea que defiende GarcĆa en su artĆculo Rebelión en Gibraltar. āEs un tĆtulo muy provocador porque tiene connotaciones polĆticas, pero se refiere a que en las dos primeras rondas ha habido muchas sorpresasā, aclara. Los favoritos no ganaron en un tercio de las partidas jugadas en la segunda ronda. SegĆŗn el especialista, el hecho de que haya 58 banderas multiplica el eco internacional del evento. āEso es muy bueno para los patrocinadores del festival y contrasta con lo que se defiende en el ajedrez mĆ”s ortodoxo, es decir torneos de ocho o diez jugadores por invitación que se enfrentan todos contra todosā, sostiene. Admite que esta fórmula supone que las grandes estrellas pierdan puntos en el ranking internacional, pero matiza que este posible inconveniente āse compensa con unas buenas condiciones de juego y un buen ambiente antes y despuĆ©s de las partidas, como ocurre en Gibraltarā.
Desde Nueva Zelanda y Nigeria
El festival, con 450 ajedrecistas de todas las categorĆas, ha vuelto a batir su rĆ©cord de participación. Es un nĆŗmero importante, pero son las historias individuales las que realmente muestran la relevancia del certamen. Tianqin Fu Elvin llega desde Nueva Zelanda acompaƱado de su madre. āSolo es amateur y viene desde allĆ hasta Gibraltar, Āæte lo puedes creer?ā, comenta Conquest encantado. El evento cuenta, por primera vez, con la participación de dos ajedrecistas de Cuba (uno de los cuales, LĆ”zaro Bruzón, estĆ” atrayendo la atención de los medios cubanos) y un jugador procedente de Washington D.C. (Estados Unidos) llegó a Gibraltar junto a su familia despuĆ©s de que tres de sus vuelos fueran cancelados debido al temporal de nieve que ha azotado la capital estadounidense.
Rotimi Ajele y Odiase Oluwaseum son nigerianos y participan en el torneo de Gibraltar por primera vez. Han viajado 4.500 kilómetros y aseguran que, si pueden, repetirĆ”n la experiencia. āBueno, no estĆ” tan lejos, cruzas el Estrecho, pasas Marruecos y estĆ” un poco mĆ”s allĆ”ā, bromea Ajele. Ambos coinciden en que el evento es āmaravillosoā y que la organización es āexcelenteā. Hablan mientras esperan el autobĆŗs para hacer una breve escapada a Ocean Village[2]. Son casi las dos del mediodĆa y juegan a las tres en la categorĆa de Challengers, pero no quieren dejar escapar la ocasión de hacer un poco de turismo exprĆ©s.
Han venido desde Nigeria atraĆdos por la posibilidad de jugar contra una estrella del ajedrez internacional y porque tener cerca a grandes maestros, con la oportunidad de asistir a clases magistrales, les motiva.
Ajele enseƱa ajedrez a niƱos en Lagos, su ciudad de origen. Dice que le gustarĆa volver a Gibraltar acompaƱado de sus alumnos y, cuando se le comenta que hay un festival junior de ajedrez en verano responde que serĆa una oportunidad magnĆfica, aprovechando las vacaciones escolares.
El encuentro tambiĆ©n gana cada vez mĆ”s atractivo entre los gibraltareƱos. Tal y como manifestó el Ministro Principal de Gibraltar durante su visita al festival, el torneo acerca el ajedrez a los gibraltareƱos, especialmente a los mĆ”s pequeƱos. āSe anima a los niƱos a fijarse en el ajedrez y a entender por quĆ© deberĆan interesarse en este deporteā, seƱaló Picardo, quien destacó el impulso que el Gobierno de Gibraltar ha dado en los Ćŗltimos aƱos a la promoción del ajedrez en los colegios.
Son muchos jugadores los que repiten. Anna Cramling Bellón, hija de los jugadores Juan Manuel Bellón (EspaƱa) y PĆa Cramling (Suecia), no ha dejado de asistir al torneo desde que lo visitó por primera vez. Anna era entonces un bebĆ© al que llevaban de sala en sala a bordo de su carrito. Ahora compite en Challengers y es, a sus 14 aƱos, la veterana mĆ”s joven del festival. Cada jugador tiene una historia y cada aƱo son distintas.Los organizadores del evento, los jugadores y los comentaristas que acuden desde hace varias ediciones coinciden en que las mejores historias del Festival Internacional de Ajedrez Tradewise de Gibraltar estĆ”n por venir.