Gobierno de Gibraltar
Discurso del Ministro Principal ante el Comité de Mercado Interno y Protección del Consumidor de la UE
Gibraltar, 20 de marzo de 2013
Gracias por esta oportunidad de comparecer hoy ante ustedes para presentar un resumen de las gestiones realizadas por Gibraltar para la regulación y el suministro de servicios de juego remoto y nuestras perspectivas de futuro para el sector.
Como saben, los 30.000 habitantes de Gibraltar se unieron a la Unión Europea (UE) junto con el Reino Unido hace cuarenta años, en 1973.
Desde entonces Gibraltar ha jugado según las reglas de la UE.
El mes pasado pude anunciar que nos encontramos totalmente al día respecto a transposición de directivas europeas.
Estoy seguro de que estarán de acuerdo conmigo en que se trata de un logro sorprendente y notable para una jurisdicción de nuestro tamaño.
Esto significa que nosotros, el pequeño Gibraltar, estamos por delante de la mayoría de los estados miembros, a pesar de que posiblemente somos la jurisdicción con menos recursos de la UE, y sirve para demostrar la importancia que damos al cumplimiento de nuestras obligaciones.
Es importante que lo sepan y que lo tengan en cuenta.
Con respecto al juego online, serán conscientes de que los juegos de azar a distancia surgieron como un servicio económico “transnacional” unos 40 años atrás, cuando los corredores de apuestas británicos comenzaron a aceptar de forma habitual apuestas telefónicas por parte de clientes en diversas partes del mundo.
A mediados de la década de 1990, un corredor de apuestas del Reino Unido estableció oficinas y centros de atención telefónica en Gibraltar para gestionar su negocio de manera más eficiente, basándose en los menores costes existentes en Gibraltar y gran parte del sur de Europa.
Al mismo tiempo, varios negocios similares se fueron estableciendo en otros lugares más distantes. No estoy aquí para criticar jurisdicciones más allá de las fronteras de la UE, pero si diré que, DESDE EL PRINCIPIO, únicamente Gibraltar exigió a su industria del juego remoto operar bajo los más altos niveles de probidad e integridad. De hecho, tan solo hemos permitido instalarse en Gibraltar a un grupo reducido y selecto de empresas. Por lo tanto, siempre hemos tenido en Gibraltar a casi todas las empresas principales de juegos de azar remoto del Reino Unido y Europa y a pocas más.
A medida que la industria del juego remoto de Gibraltar se fue adaptando rápidamente a Internet, y con la llegada de la banda ancha, las apuestas deportivas telefónicas se fueron convirtiendo en juegos online de ruleta, blackjack, bingo, tragamonedas o póker.
Como resultado, en la actualidad esta industria da trabajo a aproximadamente 2.000 personas de forma directa y cientos más de forma indirecta. De hecho, es también una fuente de trabajo y cohesión transfronteriza, ya que muchas de las personas que trabajan en esta industria viven en España y cruzan a Gibraltar cada día.
La industria ha crecido no sólo en Gibraltar sino en todo el mundo. Pero Gibraltar se ha mantenido fiel a sus principios: otorgando licencias a un número reducido de operadores de primera categoría por una sencilla razón – tales compañías traen consigo fuertes controles internos, y una marca tan valiosa como la de la propia Gibraltar.
Somos una jurisdicción con aversión al riesgo.
Otorgamos licencias a empresas con aversión al riesgo.
Otorgamos licencias a empresas que valoran su reputación tanto como nosotros valoramos la nuestra.
La intención explícita de Gibraltar siempre fue y sigue siendo evitar una proliferación de compañías de apuestas remotas y así mantener los más altos estándares de regulación en la UE y en el mundo entero.
En el contexto legal de la Unión Europea, como saben, el juego remoto no ha sido incluido en la Directiva de Servicios, pero está reconocido como una actividad económica regida por los principios del tratado.
Los titulares de licencias de Gibraltar tienen, por lo tanto, derecho a aprovechar la oportunidad que se les presenta y lo han hecho, pero con salvedades importantes que ninguna otra jurisdicción, que yo sepa, ha adoptado.
Por ejemplo, cuando un Estado miembro de la UE adopta una legislación aprobada por la Comisión Europea por ser compatible con los principios del Tratado, y no existe otro impedimento evidente en la ley, entonces Gibraltar exige a sus operadores cumplir con ella – pero solo en este caso.
Como consecuencia, cuando Italia, Francia, España y Dinamarca negociaron sus propias legislaciones saliendo del modelo proteccionista de los monopolios y entrando en el modelo de mercados competitivos, Gibraltar requirió a sus licenciatarios que dejaran estos mercados, a menos que obtuvieran licencias locales.
Y así lo han hecho.
Y hemos extendido este principio más allá de la UE.
Gibraltar fue la única jurisdicción en exigir a sus operadores que se retiraran del mercado americano cuando Estados Unidos aprobó la Ley de Prohibición de los Juegos de Azar Ilícitos en Internet (Unlawful Internet Gaming Enforcement Act) en 2006.
Sólo Gibraltar dio este paso y su importancia no puede ser infravalorada.
Esto condujo a grandes pérdidas económicas y de mercado para un buen número de nuestros operadores, mientras que compañías opacas se adueñaron del mercado estadounidense y ahora dominan el póker europeo y mundial, y algunos incluso han obtenido licencias de países miembros de la UE.
Esta es una buena lección que da la experiencia.
Así que permítanme dar algunos detalles de nuestro modelo regulador y de cómo complementa tanto el plan de actuación de la Comisión Europea como el reciente borrador presentado por Ashley Fox[1] para la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor
Nos complace que el primer pronunciamiento de la Comisión sea un llamamiento a los estados miembros para que cumplan los principios del mercado interno y que el cumplimiento de la ley europea sea una prioridad.
Tanto los estados miembros como los negocios necesitan claridad jurídica si quieren desarrollar este mercado de forma segura y eficaz.
Cualquier laguna o ambigüedad en la ley permite que los proveedores no seguros y poco fiables se apropien de una participación importante del mercado e incluso dominen ciertos mercados.
Así que la realidad es que, si no se adopta una acción adecuada para gestionar estos problemas, la UE se arriesga a seguir favoreciendo a aquellos que apenas se preocupan del cumplimiento, mientras penaliza a aquellos comprometidos con el cumplimiento.
Igualmente, aplaudimos el compromiso de la Comisión Europea a la hora de impulsar una mayor cooperación administrativa entre los estados miembros y sus organismos reguladores.
Gibraltar ofrece una política de puertas abiertas a los reguladores, políticos y otros que tengan intereses en este ámbito.
Sin embargo, la trayectoria de la UE para fomentar la cooperación de los estados miembros en este ámbito no es buena.
Puedo decirles que algunos organismos reguladores siguen operando como si otros reguladores simplemente no existieran.
¿Pueden imaginar una situación en otro sector regulado en la que un nuevo regulador de un estado no contacte con su contraparte en otro estado para conseguir información básica, no personal o no protegida sobre un operador local, sin llegar siquiera a visitar o examinar el centro primario de operaciones de un operador y sus instalaciones tecnológicas?
Estas actuaciones en solitario no redundan en el interés de los consumidores, no redundan en el interés de los operadores y no redundan en los intereses de los estados miembros, pero es lo que sucede.
Pueden ver que la clase de situaciones que estoy describiendo son similares al entorno de los servicios financieros de hace unos 20 o 25 años.
Y sin embargo, esta es la situación actual respecto al juego online.
Gibraltar, sin lugar a dudas, alberga a los operadores de juego remoto más importantes y más veteranos de Europa y del mundo, pero vemos una y otra vez a los reguladores europeos trabajando aisladamente, reinventando sistemas y procesos a un coste enorme para la industria y los consumidores, adoptando posiciones antagónicas, en lugar de colaborar con nosotros en pos el bien común.
A pesar de la falta de cooperación en el seno de la propia UE, debería añadir que recibimos numerosas visitas de reguladores de lugares más alejados, como Estados Unidos o Canadá.
Gibraltar está igualmente comprometido y tiene una destacada trayectoria en el desarrollo de productos y medidas de protección al consumidor.
De hecho, podríamos decir que la industria de Gibraltar ha desarrollado y lidera el mundo en materia de protección de los consumidores, con actuaciones que incluyen sofisticados procedimientos de verificación de la edad, límites de gasto, autoexclusión y gestión de las reclamaciones.
Además, todos los operadores de Gibraltar contribuyen a asociaciones benéficas europeas de apoyo al consumidor relacionadas con el tratamiento del problema del juego.
Los operadores de Gibraltar sirvieron de referencia para establecer los estándares del juego remoto por el Comité Europeo de Normalización en 2011.
Los operadores de Gibraltar establecieron en 2005 la Asociación de Seguridad en los Deportes Europeos (European Sports Security Association [ESSA])[2] para compartir información sobre apuestas sospechosas.
Los operadores de Gibraltar adoptaron la 3ª Directiva contra el Blanqueo de Capitales, en toda la industria del juego remoto, de manera efectiva desde 2008.
Algunos de ustedes sabrán que la 4ª directiva, que se publicará en breve, hará la misma recomendación. Bien, nosotros ya hemos estado actuando en este sentido desde 2008.
Además, Gibraltar investiga todas y cada una de las quejas de los consumidores.
Esta es la manera en la que Gibraltar entiende la protección del consumidor.
No permitimos que los problemas avancen ni los escondemos bajo la alfombra.
En lugar de eso, hemos avanzado, temprana y directamente, en la protección del consumidor, estándares comunes, integridad en los deportes y prevención y control del blanqueo de dinero.
Hoy puedo ofrecer nuestro apoyo para desarrollar las recomendaciones del informe de la Comisión del Mercado Interior sobre una marca de confianza para sitios web, una verificación más segura de la edad y la identidad, y una mayor investigación de la definición y prevención de la ludopatía.
También tenemos una posición privilegiada para avanzar, al menos como prueba de concepto, la idea de una base de datos común de usuarios autoexcluidos.
Estas cuestiones tienen fuertes atractivos, pero sabemos que no están exentas de dificultades significativas, puesto que nuestros operadores y reguladores ya han estado trabajando juntos en su análisis.
La cuarta prioridad del Plan de Acción es prevenir el fraude y el blanqueo de dinero.
Ofrecemos nuestra experiencia en la evaluación de operadores y sus sistemas para garantizar que no exista intención ni beneficio criminal en los juegos de azar a distancia.
Nuestra experiencia nos dice que el juego de azar a distancia, como la mayor parte del comercio por internet, es el objetivo de defraudadores simples o sofisticados que pretenden defraudar tanto a los jugadores como a los operadores.
Los mejores operadores tienen los sistemas necesarios para minimizar este riesgo, pero hay un sinfín de personas que se dedican a clonar tarjetas de crédito, robar identidades o encontrar otras maneras de engañar a través de internet.
Este es el motivo de que necesitemos sistemas efectivos y cooperación para manejar estas cuestiones de ámbito mundial.
También he mencionado ya la quinta prioridad del Plan de Actuación, que consiste en prevenir los partidos amañados, y el liderazgo de Gibraltar en esta materia a través del establecimiento de la ESSA, surgida a raíz del caso Hoyzer en 2005, que implicó a un árbitro de fútbol corrupto en el arreglo de partidos.
La ESSA proporciona a los corredores de apuestas un canal abierto 24 horas al día para contactar con un colega que actúa como coordinador y asesor de informes, pero él también puede pedir informes, así como evaluar las apuestas sospechosas.
La ESSA ahora tiene acuerdos de intercambio de información con organismos deportivos y reguladores destacados, de manera que puede asesorar y aprobar informes rápidamente.
Para concluir, diré que mantenemos nuestro compromiso de otorgar licencias sólo a las marcas más fuertes y fiables de Europa y del resto del mundo.
Aquellos titulares de licencia cuyos nombres son sobradamente conocidos dentro de la industria de los juegos de azar.
Se les exige que establezcan oficinas, personal y tecnología en Gibraltar para que puedan ser controlados y regulados.
No apoyamos el modelo de sociedades ficticias de operadores que mantienen sus sistemas clave en muchos lugares diferentes, a miles de kilómetros de distancia, en diferentes zonas horarias y diferentes culturas.
Los titulares de licencias de Gibraltar están y deben estar presentes en Gibraltar, aunque también puedan estar en otros lugares.
Hemos acogido y otorgado licencias a operadores remotos de juego durante 15 años, el tiempo de vida de esta industria, y nuestro regulador ha emitido Códigos de Prácticas en materia de protección de los consumidores, lucha contra el blanqueo de dinero y normativas técnicas. Si los Estados miembros van a controlar el uso y evitar el abuso de los juegos a distancia, creemos que deben hacerlo asegurándose de que a los consumidores se les ofrezcan productos de alta calidad a precios competitivos y debidamente protegidos. Gibraltar lo hace, así que otros también pueden, y nosotros queremos ayudarles en este proceso.
Porque hoy en día es indudable que Gibraltar es reconocida como un centro mundial de la industria del juego virtual. Somos el “Silicon Valley” del juego virtual. Actualmente atraemos a empresas de diversas nacionalidades que buscan desarrollar e innovar en esta industria en el extremo sur de Europa.
Con las mejores empresas de la industria mundial ya asentadas en Europa, el próximo paso debería ser trabajar para hacer crecer esta historia de éxito europeo, en lugar de debilitarla.
Deberíamos estar considerando la adopción generalizada de las normas sin parangón de Gibraltar. La marca ‘Gibraltar’ y la marca ‘Unión Europea’, tendrían que estar marcando la pauta para la regulación más efectiva del mundo.
Este debe ser el camino hacia la protección del consumidor y el crecimiento.