Gobierno de Gibraltar
DeclaraciĆ³n del Ministro Principal, FabiĆ”n Picardo, sobre la llegada del Gobernador Teniente General Sir Benjamin Bathurst [EXTRACTOS]
Gibraltar, 4 de junio de 2024
Su Excelencia,
En nombre del pueblo de Gibraltar, en nombre del Gobierno de Gibraltar y como LĆder de esta CĆ”mara, tengo el privilegio de ser el primer representante de las instituciones de Gobierno en darle formalmente la bienvenida a su nuevo hogar en Gibraltar.
Lamento que Lady Bathurst no haya podido viajar y espero que pronto pueda venir al PeĆ±Ć³n.
Es, no obstante, un gran privilegio que se me haya encomendado la tarea de darle la bienvenida oficial al nuevo cargo que ahora ocupa como representante constitucional de Su Majestad el Rey.
Ya he dado la bienvenida a Gibraltar a cuatro Gobernadores.
Si todo va segĆŗn lo previsto, usted serĆ” el Ćŗltimo al que tendrĆ© el privilegio de dar la bienvenida en nombre de nuestro pueblo.
Y usted es el primero que llega a este Parlamento representando a un Rey.
TambiƩn es usted el primer representante de un Rey recibido en Gibraltar por un Ministro Principal de Gibraltar elegido democrƔticamente.
Es una primicia para ambos y para el PeĆ±Ć³n.
El hecho es que el anterior Rey varĆ³n del Reino Unido reinĆ³ antes del nacimiento de la democracia representativa y parlamentaria en Gibraltar, con Ministros elegidos por sufragio universal directo.
Tan largo y extenso fue el reinado de Su Majestad la Reina, nuestra difunta y muy querida Reina Isabel II, que todo nuestro desarrollo constitucional moderno se produjo durante su permanencia en el Trono.
En virtud de nuestro actual ordenamiento constitucional, Su Excelencia goza del honor singular que le confiere representar al monarca, nuestro Soberano.
No me cabe duda de que, en poco tiempo, se adaptarĆ” usted a este nuevo papel.
El excelente personal del Convento [sede del Gobernador] y de Convent Place [sede del Gobierno] le serĆ” de gran ayuda.
Entre otras cosas porque Su Majestad, el Rey Carlos III, Rey de Gibraltar, goza de la lealtad, por supuesto, de todos sus sĆŗbditos britĆ”nicos en Gibraltar.
Y tambiĆ©n goza, en particular, del amor, el apoyo y el afecto de todos nosotros, como encarnaciĆ³n de la SoberanĆa BritĆ”nica en nuestro preciado y querido territorio.
De eso que no les quepa ninguna duda ni a Su Majestad ni a usted, como su representante en Gibraltar.
De hecho, se puede demostrar que los mĆ”s acĆ©rrimos defensores de la soberanĆa exclusivamente britĆ”nica de Gibraltar somos los gibraltareƱos britĆ”nicos.
Mucho mĆ”s que cualquier otra clase de sĆŗbditos britĆ”nicos.
Tal vez sea comprensible, ya que este es nuestro territorio.
Pero, Excelencia, tambiĆ©n porque entendemos mĆ”s Ćntimamente que nadie la ārealpolitikā de lo que serĆa la alternativa.
Eso se traduce en que usted es realmente bienvenido aquĆ como representaciĆ³n permanente de nuestro persistente Ć©xito a la hora de garantizar que Gibraltar siga siendo exclusivamente britĆ”nico.
Eso no quiere decir que la naturaleza de la forma en que se ejerce nuestro vĆnculo umbilical con Gran BretaƱa no haya evolucionado a lo largo de los aƱos y que el papel que usted desempeƱa no haya madurado ligeramente a lo largo del tiempo.
Claro que lo ha hecho.
Y seguirƔ desarrollƔndose y madurando.
De hecho, una de las cosas que une a los partidos de esta CĆ”mara es la opiniĆ³n de que hay trabajo por hacer para continuar la modernizaciĆ³n de nuestra ConstituciĆ³n.
Y esto no debe verse como una crĆtica al texto actual ni a ninguno de los actores a los que ha dado lugar, sino como una saludable comprobaciĆ³n de la realidad de que nuestras funciones nos exigen siempre que nos aseguremos de mantener actualizada nuestra Carta Magna.
De hecho, las propias referencias a los asuntos de la UE en la ConstituciĆ³n de 2006, en virtud de la cual usted ha sido nombrado hoy, demuestran que es necesario estudiar cĆ³mo tratamos los asuntos, ahora que hemos abandonado la UE.
Y no es ningĆŗn secreto, Excelencia, que hasta ahora no hemos sido capaces de volver a traer a nuestro pueblo y a este lugar para su consideraciĆ³n un Tratado entre el Reino Unido y la UE sobre nuestra futura relaciĆ³n con Europa tras el Brexit.
(De hecho, supongo que es uno de los pocos aspectos de este proceso que no es confidencial).
Pero, en el proceso de bĆŗsqueda de nuestra reelecciĆ³n fuimos muy claros en el sentido de que garantizĆ”bamos que solo volverĆamos a firmar un Tratado con garantĆas.
Finalmente, tras haber sido acusados de no haber negociado a tiempo un Tratado y, supuestamente, no haber conseguido nada en los aƱos transcurridos desde el referĆ©ndum, hemos oĆdo recientemente desde los mismos sectores crĆticos que āes importante no comprometer la seguridad por la velocidadā.
Hemos sido claros y coherentes al adoptar esa postura desde que iniciamos la negociaciĆ³n, a pesar de que otros nos instaban a darnos prisa.
Siempre hemos advertido que se puede llegar a un acuerdo con prisa para luego tener que arrepentirse con calma.
Por eso, hemos preferido tomarnos el tiempo que sea necesario para conseguir el acuerdo correcto, aunque eso signifique tardar mĆ”s de lo que a todos nos gustarĆa.
Un acuerdo con garantĆas en todos los aspectos fundamentales, entre ellos la soberanĆa, la jurisdicciĆ³n y el control, y que aporte beneficios sociales y econĆ³micos duraderos a nuestra gente y a la gente de la regiĆ³n circundante.
Porque un acuerdo rĆ”pido, sin garantĆas o no beneficioso no le interesa a nadie.
Como tampoco interesarĆa un acuerdo que no pudiera aplicarse por no contar con el apoyo popular.
El problema, sin embargo, es lograr un acuerdo con garantĆas para nosotros y tambiĆ©n para nuestros socios negociadores.
Un acuerdo beneficioso para todos los agentes econĆ³micos relevantes.
Un acuerdo que goce de apoyo popular aquĆ, pero que no sea tan impopular en otros lugares como para que nazca muerto por ese motivo.
Ese es el difĆcil, pero espero que no imposible, equilibrio que intentamos alcanzar.
Obviamente, los periodos electorales generan una atmĆ³sfera diferente en las negociaciones.
Y estamos atravesando un periodo asĆ en la UE y en el Reino Unido.
IrĆ³nicamente, no podremos votar en estas elecciones de la UE como lo habrĆamos hecho en el pasado.
Pero muchos de nosotros podemos votar en las elecciones britƔnicas, por primera vez, si hemos residido previamente en el Reino Unido.
En este doble periodo electoral, aunque las conversaciones tĆ©cnicas continĆŗan plenamente, no creo que sea probable llegar a un acuerdo antes de la toma de posesiĆ³n de un nuevo Gobierno en Londres.
Sea cual sea el partido polĆtico que gobierne, tenemos claro que, tanto con una administraciĆ³n conservadora continuista como con una administraciĆ³n laborista entrante, los fundamentos principales de esta negociaciĆ³n no cambiarĆ”n.
Los laboristas se lo han dejado claro desde hace tiempo a nuestras contrapartes negociadoras pertinentes.
De hecho, podrĆamos estar a las puertas de otra primicia histĆ³rica: que Londres, Madrid y Gibraltar tengan gobiernos socialistas.
Por supuesto, eso debe ayudarnos a llegar a una conclusiĆ³n positiva que ponga a las personas por encima de las reclamaciones medievales.
Pero sea cual sea el resultado de las elecciones en Londres, hemos trabajado bien en nuestro APPG [Grupo Parlamentario Multipartidista] y en los escaƱos de la CĆ”mara de los Comunes para asegurarnos de que los que estĆ”n al otro lado de la mesa son conscientes de que estamos todos en la misma lĆnea con respecto a lo que es aceptable y lo que no.
Y aunque estos dĆas tenga que emplear un tono mĆ”s diplomĆ”tico, sĆ© que el fondo de las opiniones que expreso durante estas negociaciones no difiere de las opiniones del muchacho cuyo primer acto polĆtico fue manifestarse contra el Acuerdo sobre el Aeropuerto de 1987.
O las del joven que fue elegido por primera vez diputado hace mĆ”s de veinte aƱos bajo el liderazgo de Sir Joe Bossano, quien, por cierto, estĆ” enfermo de Covid y no puede asistir hoy, pero sigue siendo, para disgusto de muchos, Ā”el polĆtico de 84 (casi 85) aƱos con mĆ”s espĆritu del mundo!
De hecho, los puntos que el Viceministro Principal y yo representamos en las negociaciones actuales coinciden totalmente con las opiniones de la gran mayorĆa del Pueblo de Gibraltar y de los Miembros del Consejo de Ministros a los que represento.
De eso, Excelencia, no deberĆa caber duda alguna.
En realidad, lo mĆ”s importante en Ć©sta y en todas las negociaciones, en la polĆtica y en la vida en general, es la honestidad y la coherencia.
Y por eso estamos negociando, mano a mano con el Gobierno del Reino Unido, para lograr el Mandato que acordamos en 2021.
EstƔ diseƱado, de buena fe, para permitirnos hacer efectivo el Acuerdo Marco de Nochevieja, que acordamos el 31 de diciembre de 2020.
Y hemos sido coherentes en los puntos de vista que hemos presentado al respecto, hablando de las posibilidades de llegar acuerdos para que haya fluidez con la UE respecto al espacio Schengen y al mercado Ćŗnico de mercancĆas desde entonces.
De hecho, usted sabrĆ” que Ć©ramos de esa opiniĆ³n y que iniciamos esa consulta hace exactamente diez aƱos, en mayo de 2014, incluso antes de que el referĆ©ndum del Brexit se pusiera sobre la mesa.
AnunciƩ ese planteamiento durante la visita a Gibraltar del entonces Ministro britƔnico liberal Danny Alexander.
ā¦
No nos sentimos incĆ³modos con el acuerdo constitucional al respecto, que hace de las Relaciones Exteriores una responsabilidad de Su Excelencia en Gibraltar, actuando, en la medida de lo posible, en consulta conmigo como Ministro Principal.
Las razones claras para ello tienen que ver con la responsabilidad del Reino Unido en el derecho internacional como signatario de nuestras obligaciones jurĆdicas internacionales.
Y esa es, por supuesto, la razĆ³n misma por la que el Tratado que estamos negociando serĆa entre el Reino Unido y la UE y no puede ser entre Gibraltar y la UE.
Pero lo cierto es que el Ministro Principal de Gibraltar dedica la mayor parte de su tiempo a trabajar exclusivamente en temas de relaciones exteriores.
En la actualidad, ese trabajo se realiza muy directamente con Londres y, muy estrechamente, con la sede en King Charles Street del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Commonwealth y de Desarrollo [Foreign, Commonwealth & Development Office, FCDO].
No podrĆamos tener una relaciĆ³n mĆ”s estrecha y transparente con los colegas de la FCDO del āEquipo Gibraltarā.
ā¦
Tenga en cuenta tambiƩn que este emplazamiento britƔnico es muy diferente a otros emplazamientos britƔnicos, pero no por ello es menos britƔnico.
Como dije a la llegada de su predecesor, descubrirĆ” que no somos ingleses y que esto no es Inglaterra.
No somos escoceses, ni norirlandeses, ni galeses.
Porque esto no es Escocia, ni Irlanda del Norte ni Gales.
Somos los gibraltareƱos.
La gente del PeĆ±Ć³n.
Y esto es Gibraltar.
El hogar de nuestro pueblo.
Y no somos mejores que cualquier otro sĆŗbdito britĆ”nico por ser gibraltareƱos, pero desde luego tampoco somos peores ni se nos debe hacer de menos.
Simplemente somos diferentes.
Igual de britƔnicos.
Pero tan diferentes como cada uno de los britƔnicos de la gran familia britƔnica de naciones, pero no por ello menos britƔnicos.
Estamos unidos por la historia, las costumbres y la ConstituciĆ³n a una forma de ser britĆ”nica.
Pero a nuestra manera Ćŗnica, gibraltareƱa y britĆ”nica.
Porque somos britĆ”nicos a nuestra manera, a nuestro estilo, con nuestras propias leyes britĆ”nicas y āde hechoā nuestro propio Gobierno britĆ”nico del que usted viene a formar parte en orgullosa representaciĆ³n de Su Majestad el Rey.
Y nuestra principal ley, nuestra ConstituciĆ³n, consagra nuestro compromiso con los derechos humanos fundamentales contenidos en ella y con el estado de Derecho como parte clave de cĆ³mo vemos nuestra naturaleza britĆ”nica.
Esto habrĆ” quedado mĆ”s que claro en la realidad del desarrollo de la ComisiĆ³n de InvestigaciĆ³n en curso, a pesar de los muchos detractores que āfinanciados por los mismos contribuyentes cuya reputaciĆ³n estaban destrozandoā sugirieron inicialmente lo contrario.
De hecho, nuestro referente es ese factor clave.
El estado de Derecho.
Porque no me cansarĆ© de repetir que las naciones que no estĆ”n comprometidas, gobernadas y vinculadas por el estado de Derecho no proporcionan a sus ciudadanos ni la seguridad ni la certidumbre jurĆdica comunitaria y personal que nosotros, colectivamente, ofrecemos en Gibraltar.
Es la condiciĆ³n āsine qua nonā de nuestro sistema.
Y, de hecho, la base fundamental de nuestro compromiso polĆtico con la igualdad, sobre todo la igualdad de todos los gibraltareƱos y residentes en Gibraltar.
Todos somos diferentes.
Todos somo iguales.
OjalƔ esto no estuviera a debate a estas alturas y en esta CƔmara.
Pero lo estĆ”, para algunos.
Estoy muy orgulloso de que el Gobierno progresista que dirijo haya promulgado leyes sobre igualdad en el tiempo que llevamos en el poder.
Leyes sobre uniones civiles para todas las orientaciones sexuales, incluso antes que en el Reino Unido.
Leyes sobre matrimonio igualitario.
Y leyes sobre los derechos reproductivos de las mujeres y polĆticas progresistas sobre la fecundaciĆ³n in vitro.
Y todo ello, Excelencia, a pesar de la oposiciĆ³n de nuestros adversarios polĆticos.
De hecho, lo que mĆ”s me enorgullece es que hayamos introducido estos cambios a pesar de la oposiciĆ³n y que, al hacerlo, hayamos demostrado nuestro temple progresista y la mentalidad regresiva de otros.
En esas cuestiones de igualdad, aunque estamos unidos en este lado de la CƔmara, tenemos una CƔmara dividida por la mitad.
Sin embargo, estamos unidos en la cuestiĆ³n clave del derecho a la autodeterminaciĆ³n de nuestro pueblo y en la necesidad de buscar la autosuficiencia como garantĆa de nuestros derechos polĆticos.
El Viceministro Principal, Joseph GarcĆa, estarĆ” en Nueva York, en las Naciones Unidas, para proseguir con esta agenda, de la que NUNCA nos apartaremos, en el ComitĆ© Especial de DescolonizaciĆ³n el lunes.
Espero celebrar nuevas reuniones a este respecto en las prĆ³ximas semanas.
ā¦
Por mi parte, espero con impaciencia que establezcamos esta nueva amistad y trabajemos en de colaboraciĆ³n en pro del interĆ©s pĆŗblico de Gibraltar.
Como se dice en el Ć”mbito polĆtico local, āestrenarĆ©ā a mi cuarto Gobernador.
Prometo ser amable.
Entre otras cosas, porque en los prĆ³ximos cuatro aƱos tendrĆ” la misiĆ³n de estrenar a un nuevo Ministro Principal.
Por favor, prometa que serƔ usted tambiƩn amable entonces, sea quien sea.
Habiendo contado con el apoyo de Sir Adrian y Susie Johns en su momento en 2011, puedo decirle que tomar las riendas de esta magnĆfica pero exigente naciĆ³n nuestra no es tarea fĆ”cil.
A mi sucesor le resultarƔ mƔs fƔcil gracias a sus consejos y a la amabilidad que le caracteriza.
En todos los sentidos, usted y yo en los prĆ³ximos meses āy los futuros Gobernadores y Ministros Principales en las dĆ©cadas veniderasā siempre conseguiremos mĆ”s para Gibraltar trabajando juntos de lo que jamĆ”s podrĆamos conseguir en solitario o tirando en direcciones diferentes.
De hecho, los intereses de Gibraltar estƔn mƔs alineados con una Gran BretaƱa global fuera de la UE de lo que lo estuvieron con el Reino Unido dentro de la UE.
Ahora, en un mundo quizĆ” mĆ”s duro y peligroso, nuestro papel como base militar britĆ”nica, un activo a 1.500 millas al sur, es la encarnaciĆ³n moderna de la proyecciĆ³n del poder y la influencia britĆ”nicos.
Y asĆ, reflexionando sobre las relaciones que he tenido con sus predecesores durante mi mandato, queda claro que cuanto mĆ”s estrecha sea la relaciĆ³n entre un Ministro Principal y un Gobernador, mayor Ć©xito tendrĆ”, en Ćŗltima instancia, la asociaciĆ³n entre Gran BretaƱa y Gibraltar.
Nuestra estrecha conexiĆ³n de trabajo es lo que mejor servirĆ” al Pueblo de Gibraltar.
No debemos fallarles y, ahora que empiezo a conocerle, sƩ que no lo haremos.
Porque su trayectoria habla por sĆ sola y demuestra que es usted una persona no solo con gran integridad, sino tambiĆ©n dado a una reflexiĆ³n cuidadosa y una acciĆ³n ponderada.
Nuestra naciĆ³n llegĆ³ rĆ”pidamente a querer y apreciar al Vicealmirante Sir David Steel [el predecesor].
En efecto, aunque la mayorĆa de nuestros Gobernadores son respetados y admirados, no todos gozan del cariƱo de nuestro pueblo como Sir David lo ha hecho y lo hace.
No me cabe duda de que usted y Lady Bathurst sabrĆ”n ganarse tambiĆ©n el corazĆ³n de los gibraltareƱos.
Somos una sociedad hospitalaria y acogedora.
Puntillosa en algunos temas āsobre todo en todo lo relacionado con nuestra soberanĆaā, pero amable y entraƱable a partes iguales.
Tras haber tenido el privilegio de representarnos a todos durante los Ćŗltimos 12 aƱos y medio, puedo decirle que el pueblo de Gibraltar valora a quienes lo representan y usted no serĆ” menos valorados al embarcarse en este viaje con nosotros.
Sir Ben.
Bienvenido a Gibraltar.
Su nuevo hogar.
El hogar de los gibraltareƱos.
Sus 32.000 nuevos vecinos amistosos.
Un lugar que le encantarĆ” como ningĆŗn otro.
Y un Pueblo cuyo amor colonizarĆ” a partir de ahora sus corazones para siempre.
Bienvenido a Calpe.
Bienvenido a Jebel Tarik.
BIENVENIDO A NUESTRO PEĆĆN
Comunicado en pdf con original en inglƩs incluido
Nota a redactores:
Esta es una traducciĆ³n realizada por el Servicio de InformaciĆ³n de Gibraltar. Algunas palabras no se encuentran en el documento original y se han aƱadido para mejorar el sentido de la traducciĆ³n. El texto vĆ”lido es el original en inglĆ©s.
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