La luminosidad y los colores de Gibraltar, a través de los pinceles de James Foot
Afincado en Grecia, visita el Peñón casi cada año para exponer o impartir cursos
James Foot nació en 1960 y creció en los condados británicos de Cornwall y Dorset. Sus padres eran granjeros y poco podían imaginar que las inquietudes artísticas de su hijo, que empezaron a aflorar muy pronto pero estimaron pasajeras, le terminarían convirtiendo en lo que hoy es: un reputado pintor que, afincado en la cálida Grecia hace años, trabaja la acuarela con maestría.
Países como Inglaterra, Francia, Italia, España, Marruecos, Grecia o Sudáfrica forman parte del imaginario pictórico de James Foot, pero también Gibraltar, lugar que lleva 25 años visitando y cuyas acuarelas muestra hasta mañana en la Galería de Bellas Artes de la Plaza de Casemates que dirige Gino Sanguinetti. Una galería que no le es ajena pues expone en ella por sexta vez.
La muestra se compone de más de treinta pinturas que recorren escenas muy diversas de Gibraltar, desde los balcones de la plaza John Mackintosh o la omnipresente silueta del Peñón desde el Higuerón hasta el colegio hebreo o el Convento Loreto, pasando por la biblioteca Garrison, la luz de Line Wall Road al atardecer o la sombra de una palmera en Bomb House Line. La exposición incluye además varias acuarelas de Grecia.
“Quería contar una pequeña historia sobre Gibraltar desde la perspectiva de alguien que es de fuera”, puntualiza Foot, que encuentra en las primeras horas de la mañana o las últimas horas de la tarde los momentos más idóneos para pintar.
James y Gibraltar
El origen de los vínculos entre este pintor británico, que derrocha afabilidad mediterránea, expresividad y pasión por su trabajo, y Gibraltar data de 1990, cuando Foot viajó hasta Tarifa para exponer en el Hotel Hurricane, su retiro habitual cuando regresa a la ciudad de Eolo.
“Alguien del John Mackintosh Hall vio la exposición y me invitó a venir a Gibraltar. Tengo que reconocer que al principio pensé en no venir porque no me parecía un lugar especialmente atractivo, pero cambié de opinión, vine y me gustó. El sitio es fantástico y su gente, también”, expone.
Desde entonces, las visitas de James Foot a Gibraltar no son anuales pero rondan la veintena. Durante sus estancias, el artista expone, imparte cursos y vive la ciudad. De hecho, le gustaría tener una residencia en Gibraltar para poder programar así estancias más largas en el Peñón.
“Estaría bien poder trabajar aquí. Me gusta Gibraltar: la gente, el sitio, el ambiente. También su bullicio y la cercanía de las personas, que te saludan aunque no las conozcas. Además, es un lugar perfecto para mí que no conduzco”, apunta entre risas.
Las acuarelas que expone en estos momentos en Casemates las realizó el año pasado, pero son fruto de todas sus visitas anteriores a Gibraltar, de un trabajo previo de dibujos y fotografías que luego se hizo carne en su estudio heleno.
Asegura que la respuesta de los gibraltareños a su obra, que esta vez les toca muy de cerca, está siendo muy buena. “Son siempre muy amables conmigo”, apostilla el artista justo antes de atender a una pareja de gibraltareños que ha venido a ver la exposición. Le relatan que conocen su trabajo desde su primera muestra en el Peñón, hace 25 años.
A James Foot le cuesta decir cuál de sus hijas expuestas en Casemates es su favorita, aunque termina admitiendo su debilidad por la imponente biblioteca Garrison. “Es sin duda uno de los mejores lugares de Gibraltar para inmortalizar. En cuanto a mis asignaturas pendientes, entre ellas está Main Street (calle Real). Quizás la próxima vez, ¿verdad?”.
Tras abandonar Gibraltar, James Foot pondrá rumbo a Madrid por motivos profesionales y luego regresará a Grecia, donde espera poder descansar y dedicar algo de tiempo a sus plantas y vegetales. Posteriormente, a principios de junio, el pintor recibirá a entre diez y once alumnos de varios países para participar en uno de sus talleres y estudiar la técnica de la acuarela. Su siguiente exposición será en Spetses (Grecia) en agosto.
Un artista polifacético
James Foot, que apenas pasa unas semanas al año en su país natal, ha colaborado con otros muchos artistas en proyectos como exposiciones conjuntas con el fotógrafo y cineasta Phil Maxwell y con la actriz y escritora Eileen Pollock.
Además, ha terminado su primera novela, Maurice Powell, aunque ésta no es su primera incursión literaria. “Solía escribir teatro porque pertenecí a una compañía en Londres en la década de los ochenta para la que también actuaba. Todo era entonces muy político y reivindicativo”, dice.
Viajero incansable por placer y por trabajo, la natación y la jardinería son otras de sus pasiones.
Más información sobre James Foot en su web, www.jamesfoot.co.uk.
Y más fotos, incluyendo las ilustraciones del artista, en el Flickr de InfoGibraltar: www.flickr.com/photos/infogibraltar.
Las fotos del artista y la galería fueron tomadas por Stephen Ignacio: corephotographygibraltar.com