InfoGibraltar
En la frontera de lo británico: ¿Qué significa realmente ser gibraltareño?
Gibraltar, 14 de julio de 2014
El conocimiento del público sobre el pueblo de Gibraltar a menudo obvia los matices de la diversidad histórica y cultural, explica el catedrático Andrew Canessa, el autor del proyecto “Bordering on Britishness” (“En la frontera de lo británico”). [Canessa] expone por qué este ambicioso nuevo proyecto de historia oral sirve para llenar un vacío notable, y algunas de las sorpresas que ha deparado hasta ahora:
“Los gibraltareños figuran habitualmente en los medios británicos como monárquicos extremos, ataviados con la bandera británica y asegurando ser “más británicos que los británicos”. No hay duda de que los gibraltareños siempre acudirán en masa para celebrar su identidad y lealtad británicas, especialmente cuando existan problemas en la frontera con España. ¿Pero qué significa ser gibraltareño y como llegó una población de habla mayoritariamente hispana y lazos íntimos con el pueblo y la cultura de España, en el espacio de una sola generación, a posicionarse de una forma tan resuelta en contra de cualquier identificación española? ¿Qué significa ser más británicos que los británicos?
Existen diversos estudios acerca de esta cuestión, pero el enfoque ha sido principalmente histórico y basado en archivos coloniales y fuentes predominantemente inglesas con algunas encuestas sociológicas, casi siempre realizadas exclusivamente en inglés y con una serie limitada de preguntas. Todos estos estudios confirman que la identidad gibraltareña se desarrolló a lo largo del tiempo a partir de poblaciones genovesas, maltesas y españolas, entre otras, pero especialmente durante el siglo XX, mediante los traumáticos sucesos de la evacuación forzosa de mujeres, niños y ancianos a causa de la segunda guerra mundial, que finalmente dio lugar a los actuales gibraltareños británicos. ¿Pero es esa toda la historia?
A día de hoy, nadie ha realizado una encuesta a los gibraltareños en el idioma de su elección, incluyendo el dialecto local yanito. “Al borde de lo británico” es una colaboración entre la Universidad de Essex (en la cual imparto cursos) y la Biblioteca Garrison de Gibraltar (Dra. Jennifer Ballantine Perera) subvencionada por el Consejo de Investigación Económica y Social del Reino Unido[1] para llenar un vacío notable. A lo largo del proyecto conversaremos con más de 400 gibraltareños durante una serie de entrevistas, de varias horas de duración con cada encuestado. Los investigadores son personas locales, capaces de desenvolverse en yanito, y procedentes de diversos orígenes: sindicalistas y empresarios, hindúes, judíos, musulmanes y cristianos, jóvenes y mayores, hombres y mujeres, etc. Una parte del proyecto también incluirá a personas de origen español asentados en Gibraltar y además unos cuantos del otro lado de la frontera, que nunca han vivido en Gibraltar. El equipo del proyecto tan solo empezó a recabar datos en enero de 2014, pero ya ha obtenido algunos resultados llamativos.
El primero de ellos es que Gibraltar cuenta con mucha más diversidad de lo que indicaban los anteriores estudios. Asimismo, las experiencias en la frontera, una de las claves a la hora de definir la identidad gibraltareña, también son muy variadas. La frontera representa cosas diferentes para cada persona. Cruzarla significa una cosa para un joven gibraltareño que quiera disfrutar de la diversidad y la anonimidad de la vida nocturna en España; y puede ser otra cosa diferente para una persona discapacitada en los momentos de calor en los que cruzarla resulta complicado. También, significará otra cosa muy diferente para las generaciones más mayores que nunca sufrieron estos problemas fronterizos en el Gibraltar de antes de la década de los 60. Los diversos grupos religiosos y étnicos experimentan la frontera de formas diferentes: por ejemplo, los judíos ortodoxos pueden disfrutar viviendo en una ciudad amurallada, lo cual tiene consecuencias los sábados, y tendrán dificultades para encontrar comida kosher una vez que crucen la frontera y entren en España, mientras que los residentes asentados con nacionalidad india o marroquí necesitarán un visado para viajar a España. Otros gibraltareños atravesarán tranquilamente las murallas de la ciudad un sábado y cruzarán a España precisamente para disfrutar de su gastronomía.
Por otra parte, me ha sorprendido el número de personas que he conocido con historias de no haber podido acudir al funeral de un familiar en España en la época en la que la frontera estuvo cerrada, durante la última década del régimen franquista, y hasta bien entrada la era de la democracia en España. Para muchos, esta acción representa el momento de la ruptura y algunos lo definen con una claridad pasmosa; en palabras de una mujer casada con un gibraltareño: “Ese fue el día en que deje de ser española”.
No hay duda de que muchos gibraltareños sienten el abuso y la humillación de cruzar la frontera a diario, y esto se traduce en una profunda y muy pública antipatía hacia España. También hay muchos gibraltareños que mantienen relaciones complejas con España y el idioma castellano. Puede que haya algunos a los que no les guste España pero ellos o sus madres hayan nacido allí; otros prefieren hablar en inglés pero únicamente son capaces de escribir poesía en castellano, o lamentan el hecho de que la generación más joven ya no hable castellano e insista en hablar inglés a todos los niños, incluidos los suyos. Otras personas harán hincapié en las profundas diferencias culturales entre Gibraltar y España, pero a la vez explicarán que los gibraltareños tienen un temperamento mucho más similar al español que al inglés, etc. Hemos descubierto que la clase social es un factor determinante en la forma de experimentar la frontera y en las conexiones que se establecen entre las diversas comunidades.
Por otra parte, muchos gibraltareños dicen que están orgullosos de ser británicos pero no pueden imaginarse viviendo en Inglaterra; que se llevaron una enorme sorpresa cuando vieron lo diferente que era todo cuando viajaron al Reino Unido por primera vez. Puede que consideren a los españoles como poco fiables en comparación con los ingleses, pero a su vez piensan que estos últimos son fríos y no valoran a sus familias. Las actitudes de la gente tanto hacia España como hacia el Reino Unido tienen infinitamente más matices y complejidades de las que podría aparecer a primera vista.
Por lo tanto, la hipótesis central de nuestro proyecto es que, antes de la segunda guerra mundial (y hasta bastante después), las personas de ambos lados de la frontera compartían un idioma, una cultura y unos lazos sociales, y había muy poca diferencia entre aquellos que eran “españoles” y los que eran “gibraltareños”. Hoy, esos lazos son mucho más tenues y son las diferencias, más que las similitudes, las que se ponen de manifiesto, especialmente en público. Este estudio busca investigar estos cambios a lo largo del tiempo, explorar la génesis del pueblo gibraltareño y su identidad mediante las historias vitales de aquellos que vivieron durante la época moderna y extraer la extraordinaria diversidad de experiencias de aquellos que se denominan gibraltareños.”
Andrew Canessa es catedrático de Antropología en la Universidad de Essex, Reino Unido
La noticia se acompaña de tres fotografías que muestran escenas de la vida cotidiana del Gibraltar de los años cincuenta.
Nota a redactores:
Esta es una traducción realizada por la Oficina de Información de Gibraltar. Algunas palabras no se encuentran en el documento original y se han añadido para mejorar el sentido de la traducción. El texto válido es el original en inglés.
Para cualquier ampliación de esta información, rogamos contacte con
Oficina de Información de Gibraltar
Miguel Vermehren, Madrid, miguel@infogibraltar.com, Tel 609 004 166
Sandra Balvín, Campo de Gibraltar, sandra@infogibraltar.com, Tel 661 547 573
[1] Economic and Social Research Council, http://www.esrc.ac.uk/