Intervención del Ministro Sir Joe Bossano ante el Comité Especial de Descolonización de la ONU (C-24) en Dili (Timor Oriental) – C382

Gobierno de Gibraltar

Intervención del Ministro Sir Joe Bossano ante el Comité Especial de Descolonización de la ONU (C-24) en Dili (Timor Oriental)

Gibraltar, 22 de mayo de 2025

Señora Presidenta:

En nombre del Gobierno y del Pueblo de Gibraltar, quiero expresar nuestra gratitud al Gobierno y al Pueblo de Timor Oriental por acoger este seminario.

El pueblo timorense libró una larga batalla para ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación y finalmente la consiguió.

Al hacerlo, nos dieron el gran ejemplo a que los que seguimos en la lista de que no nos rindamos nunca, y nos dieron otro en el seminario de 2011, cuando Timor Oriental dijo que seguía ofreciendo su apoyo inquebrantable al resto de territorios en su justa y encomiable búsqueda de la independencia y la descolonización.

Empecé a participar en la campaña por la autodeterminación en 1964, cuando el C-24 afirmó que la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales se aplicaba plenamente a Gibraltar.

Llevo ya 61 años en esto, así que podría decirse que no me rindo fácilmente.

El año pasado, España dijo en el seminario que el Reino Unido no había tenido en cuenta el 96% de votos en contra del Brexit en Gibraltar, y lo puso como ejemplo del desprecio del Reino Unido por los intereses de su colonia.

No estoy aquí para defender a la Potencia Administradora, sino para exponer cómo España tergiversa las cuestiones deliberadamente.

Entramos en la UE con el Reino Unido y no podíamos quedarnos atrás.

De hecho, cuando nos dirigimos al Parlamento de la UE, el representante español nos dijo que la opción que teníamos era: “irnos con el Reino Unido o quedarnos con España”.

Los 19.300 votos de Gibraltar [a favor de la permanencia en la Unión Europea] no bastaron para cambiar el resultado del Reino Unido [en el voto del Referéndum de 2016].

Sin embargo, esto no fue un ejemplo de dominación colonial; teníamos el mismo derecho al voto que cualquier ciudadano del Reino Unido.

Si el margen de votos totales hubiera sido más estrecho, nuestro voto en Gibraltar podría haber dado como resultado la permanencia de todo el Reino Unido en la UE.

Siempre he hecho campaña contra la celebración de conversaciones bilaterales entre España y el Reino Unido y me negué a participar como parte del Reino Unido cuando me convertí en Ministro Principal.

La descolonización de Gibraltar es un asunto que exclusivamente nos atañe a nosotros, el Pueblo del territorio, y a la Potencia Administradora.

No tiene nada que ver con nuestro vecino, España, cuyos argumentos incumplen el Capítulo XI, que establece nuestro derecho a la autodeterminación y está reconocido como “ius cogens” en casos de descolonización.

Permítanme recordar a los miembros del Seminario y del Comité la explicación de España en los seminarios de 2012 y 2013; cito textualmente:

“la población española del territorio fue obligada a marcharse en 1704, por lo que mi Gobierno no aceptará que la actual población llevada allí por el ocupante pretenda decidir el futuro de un territorio que no le pertenece”.

Este es el argumento de España.

La población española llevaba en Gibraltar poco más de 200 años; expulsaron a la anterior población musulmana, que estuvo allí 750 años; nosotros llevamos en el Peñón 320 años.

Desde 1704, toda una serie de guerras en Europa han provocado cambios en las fronteras territoriales y la sustitución de poblaciones.

En todas las colonias americanas, España, el Reino Unido y Francia sustituyeron a los habitantes indígenas por sus propios ciudadanos importados y esclavos de África.

¿No son todos ellos las poblaciones de los territorios descolonizados?

Y añadieron:

Por lo tanto, España no reconoce ni reconocerá nunca ningún estatuto jurídico internacional a los actuales habitantes de Gibraltar”.

Sin embargo, me complace informar al seminario de que el Reino Unido, en nuestro nombre, firmó un Tratado Fiscal con España en 2019.

El único Tratado desde 1713, cuando España renunció a Gibraltar a perpetuidad.

Este identifica al gibraltareño como una identidad jurídica internacional diferente de las personas de otras nacionalidades residentes en España y le proporciona un tratamiento fiscal más favorable.

El programa de descolonización de la ONU siempre ha versado sobre los derechos de los Pueblos, y no sobre territorios deshabitados.

El 9 de febrero de 1946, en su primera reunión, la Asamblea General aprobó una resolución sobre los Pueblos no autónomos y sus aspiraciones políticas.

El 14 de diciembre de 1946, en la 64ª sesión, la resolución 66 dejó constancia de que el Reino Unido había empezado a transmitir información conforme al artículo 73 (e) con respecto al Pueblo no autónomo de Gibraltar.

La ONU reconoció nuestra condición de Pueblo no autónomo desde el primer día.

El territorio registrado entonces era la totalidad de los 7 km de Gibraltar, incluido el kilómetro de nuestro istmo que España reclama por separado.

La decisión sobre Chagos [de la  Corte Internacional de Justicia en 2019] ha dejado claro que la descolonización de un Territorio no autónomo debe aplicarse a la totalidad de su territorio, tal y como está registrado.

En nuestro caso, eso incluye nuestro istmo, donde albergamos la mitad de nuestra población y activos.

En el caso de Mauricio, ya en 1965, la resolución 266 (XX) párrafo 4, reza:

“invita a la potencia administradora a no tomar ninguna medida que pueda desmembrar el territorio de Mauricio y violar su integridad territorial”.

Esto demuestra que la integridad territorial de la que hablamos es la de Gibraltar, no la de España.

Los miembros del comité sabrán que aumentamos nuestro autogobierno en 1967, conforme a las disposiciones del principio 3 de la resolución 1541 (XV) y la Carta.

España reaccionó imponiendo un asedio a Gibraltar cortando las comunicaciones por tierra, mar y aire, e incluso las líneas telefónicas, aparentemente con el visto bueno de la ONU y del C-24, que nunca cuestionaron el incumplimiento manifiesto del Capítulo XI por parte de España.

En 1972, el Reino Unido negoció con Gibraltar su adhesión a la UE.

Gibraltar recibió un trato especial de sus socios europeos para compensar el aislamiento provocado por España.

La hostilidad de España se achacó a que estaba gobernada por un dictador fascista.

Sea como fuere, cuando murió el dictador, el Gobierno elegido democráticamente que le sucedió criticó sus acciones, pero exigió concesiones para retirar el bloqueo.

El objetivo de llamar su atención sobre esto, señora Presidenta, es que el C-24 comprenda los hechos tal y como sucedieron y no como los malinterpreta España.

La España democrática defiende en la ONU la política de los años 60 de la España fascista y utiliza los mismos argumentos.

Dicen que Gibraltar no tiene aguas territoriales, ni derechos de aviación ni sobre su istmo, que une nuestros dos países.

Pues bien, en 1973, nuestras aguas territoriales, espacio aéreo e istmo pasaron a ser territorio de la UE y España no estaba en la UE.

Cuando nos fuimos con el Brexit, nos llevamos con nosotros nuestras aguas territoriales, nuestro espacio aéreo y el istmo, que dejaron de ser parte de la UE.

Ahora tenemos una frontera con la UE, que resulta ser la línea divisoria que delimita el final de España y el principio de Gibraltar.

Este es el Derecho Internacional que España se niega a aceptar porque parece que su mentalidad sigue en el mundo de 1704.

En las reuniones que España ha mantenido con el Reino Unido durante los últimos 61 años ha habido un elemento que desafía toda lógica.

Cada vez que España ha hecho una propuesta de transferencia de soberanía ha prometido que mantendría el nivel de autogobierno existente en ese momento en la descolonización resultante.

Así que Señora Presidenta, quizás su comité pueda explicar cómo es que se nos considera una Colonia bajo soberanía del Reino Unido, pero seríamos un territorio descolonizado fuera de la lista de colonias y con una relación constitucional idéntica, si estuviéramos bajo la soberanía de España.

Nuestra respuesta a las reclamaciones de España ha sido la misma desde el primer día.

No estamos dispuestos a regalar, diluir o intercambiar ni un solo centímetro, ni un solo grano de arena de nuestras playas, ni una parte de nuestro espacio aéreo, ni de nuestras aguas territoriales.

Lucharemos a muerte en defensa de nuestro país y lo preservaremos para las futuras generaciones de gibraltareños.

Esta es nuestra política actual.

Esta era nuestra política cuando empezamos.

Esta será nuestra política en el futuro.

Hasta que logremos nuestro objetivo de descolonización y reconocimiento internacional, de nuestro derecho, a nuestra tierra.

Somos los gibraltareños, y el Peñón es nuestro.

Comunicado en pdf con original en inglés incluido.

Nota a redactores:

Esta es una traducción realizada por el Servicio de Información de Gibraltar. Algunas palabras no se encuentran en el documento original y se han añadido para mejorar el sentido de la traducción. El texto válido es el original en inglés.

Para cualquier ampliación de esta información, rogamos contacte con

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