Discurso del Ministro Principal Fabián Picardo en el Parlamento con ocasión de la jura del cargo del Gobernador Edward Davis

Picardo da la bienvenida al nuevo Gobernador de Gibraltar recordando los retos a los que se enfrenta el Peñón

Gobierno de Gibraltar

Discurso del Ministro Principal, Fabián Picardo, en el Parlamento con ocasión de la jura del cargo del Gobernador Edward Davis

Gibraltar, 19 de enero de 2016

Su Excelencia:

En nombre del pueblo gibraltareño, del Gobierno de Gibraltar y en calidad de líder de esta Cámara, tengo el privilegio de ser el primero en darles la bienvenida formal a usted y a su esposa Lorraine a su nuevo hogar en Gibraltar. Es un placer ser la primera persona en tener el honor de dirigirse formalmente a usted en su nuevo cargo: es ahora el representante de Su Majestad la Reina en Gibraltar. Así, resulta apropiado que, como representante de Su Majestad la Reina, sea aquí, en el Parlamento de Gibraltar —el corazón de la democracia gibraltareña y pilar de sus instituciones civiles—, donde le demos formalmente la bienvenida y le felicitemos.

Tanto su nuevo cargo como su nuevo hogar le serán, en un primer momento, ligeramente extraños, pero estoy seguro de que le resultará fácil vivir su nueva vida entre nosotros y no me cabe la menor duda de que, además de establecer su hogar aquí, en el Peñón, pronto hará nuevos amigos en esta comunidad. Los escarpados acantilados y la austera apariencia del Peñón de Gibraltar disimulan la naturaleza dulce y hospitalaria y el carácter acogedor de su gran pueblo. Un pueblo cuya identidad ha estado marcada por el sacrificio. Sobre todo en el último siglo —durante la Segunda Guerra Mundial—, cuando las mujeres y los niños de la generación que vivió la Evacuación, descritos por uno de sus predecesores como “bocas inútiles”, fueron evacuados de sus hogares y relegados a una diáspora internacional.

Hemos conmemorado el 75º aniversario de la Evacuación este año. Una manera clara de comprender la importancia de este acontecimiento trascendental para nuestra historia moderna es entender que algunos lo consideraron como un posible final al asentamiento civil en Gibraltar. Por el contrario, fue lo que nos formó como Nación. Una Nación que disfruta de una democracia vibrante —o demasiado vibrante, como dicen algunos, si tal cosa existe. A propósito, tiene sentado a su lado al Presidente de la Cámara, responsable de poner un poco de orden a estas vibrantes discusiones que tienen lugar durante nuestros debates.

De hecho, sabrá que recientemente se celebraron elecciones generales en Gibraltar, en el marco de las cuales tuvo lugar un intenso debate sobre las opciones para el futuro al que se enfrenta nuestro pueblo. El fruto de estas elecciones son los diecisiete diputados hoy presentes en la sala. Mañana empezaremos formalmente nuestra labor en el Parlamento. Los cinco nuevos miembros tendrán la oportunidad de plantear preguntas al Gobierno y pronunciarse en los debates por primera vez en los próximos días. Y uno de los diputados con más experiencia en la Commonwealth, Joe Bossano, seguirá adelante con su incansable labor al servicio de una Nación que ama y que él mismo ha construido. Una labor, por cierto, que comenzó hace cuarenta y cuatro años en este mismo lugar.

Para los miembros de este parlamento, tanto para los recientemente llegados —más inexpertos—, como para nuestro diputado más veterano y experimentado, padre de este Parlamento, una de las tareas más importantes que afrontaremos en esta generación tendrá lugar durante este primer mes, cuando nos reuniremos a debatir el Proyecto de Ley para el Referéndum sobre la [permanencia en la] Unión Europea (European Union Referendum Bill) porque, Su Excelencia, la decisión acerca de si el Reino Unido debería seguir formando parte de la Unión Europea será, en gran medida, determinante para nuestro futuro a largo plazo como Nación. Porque le parecerá tan obvio, como a nosotros, que Europa es importante para Gibraltar. No sólo formamos parte de la Europa continental, sino que disfrutamos de la libertad de circulación a lo largo y ancho de la UE. También disfrutamos del acceso al Mercado Único europeo desde Gibraltar en una manera que ha impulsado nuestro crecimiento económico desde que empezamos a formar parte del mismo.

La opinión pública en Gibraltar está ampliamente a favor de permanecer dentro de la Unión Europea, posición que también se refleja en esta Cámara. Y por ello, estimo que veremos una posición unificada en Gibraltar en este importante referéndum. Resulta interesante constatar que en los últimos días, en el Reino Unido, el Ministerio de Hacienda y otros departamentos del Gobierno no están elaborando planes para afrontar el hipotético caso de que el Reino Unido vote a favor de la salida de la Unión Europea.

Aquí no estamos dejando nada al azar y ya hemos iniciado el proceso de análisis económico con el fin de estudiar los diferentes modalidades de pertenencia a la UE, a la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC-EFTA) o al Espacio Económico Europeo (EEE) a las que podríamos recurrir, incluso de los posibles efectos que tendría en nuestra economía de exportación la pertenencia a la unión aduanera.

La UE se ha convertido en una parte tan importante de nuestro ordenamiento jurídico nacional, que nuestra Constitución recoge en su sección 47: “sin perjuicio a la responsabilidad del Reino Unido respecto al cumplimiento de Gibraltar de la legislación de la UE, las cuestiones que, en virtud de la Constitución, sean responsabilidad de los ministros no deberán dejar de serlo, aunque emanen del contexto de la Unión Europea”. En efecto, este párrafo excluye las cuestiones de la Unión Europea del amplio paraguas de cuestiones consideradas como Asuntos Exteriores, que conforman una de las “responsabilidades especiales” de Su Excelencia.

Mi Gobierno ha sido elegido con la misión específica de establecer una comisión especial parlamentaria para estudiar si deberían proponerse cambios al texto de la Constitución. Dada la referencia específica a la Unión Europea en la Constitución, resulta especialmente relevante que este trabajo se realice tomando en cuenta una posible salida británica de la UE.

La Constitución, en su marco actual, sienta las bases de la relación entre el Reino Unido y Gibraltar que, derive o no del colonialismo, no ha conseguido sacarnos de la lista de territorios no autónomos de Naciones Unidas y que, transcurridos diez años [desde su redacción], puede que no parezca hoy en día tan moderna como lo fue en su día.

La comisión especial anterior, constituida para la preparación de las negociaciones fruto de las cuales se redactó el texto de 2006, propuso ciertas reformas que quedaron pendientes. Por ello, si existen cambios que pudiéramos acordar con el Reino Unido y aportar a la Constitución de forma que avance la retirada de Gibraltar de la lista de territorios no autónomos de Naciones Unidas, ningún gibraltareño consciente renunciaría a llevarlos a cabo, siempre en el contexto de una soberanía británica a perpetuidad. Esta tarea debe implicar al conjunto de la sociedad y debe realizarse de la manera más abierta y transparente posible. Espero que formemos esta comisión especial muy pronto.

Asimismo, se constituirá otra comisión especial para estudiar el funcionamiento de esta Cámara y la mejor manera de modernizar su trabajo. Ya hemos avanzado mucho en este sentido. Rehabilitamos el edificio e introdujimos los dispositivos necesarios para la retransmisión online por vídeo de las sesiones. Puede que esto parezca obvio en otros lugares, pero se trata de innovaciones recientes aquí.

Le prevengo de estos pasos para el avance tecnológico en el camino hacia un gobierno online porque el anuncio que felizmente llevó a su nombramiento dejó entrever una clara necesidad de abanderar una imagen moderna.

Somos claramente modernos en esta Cámara y como sociedad, por supuesto. Acogemos uno de los mercados más vanguardistas en el sector del juego online. Además de contar con una sólida economía y una estabilidad política, Gibraltar es una sociedad moderna y avanzada, con una visión y una actitud madura de cara al resto del mundo.

Hemos trabajado duro para forjar relaciones comerciales y políticas sólidas con todos nuestros vecinos. Hemos logrado reforzar nuestra relación con el Reino de Marruecos, al otro lado del estrecho, aunque no hemos tenido tanto éxito con el Reino de España y no por falta de intentos. En los cuatro últimos años, los representantes de España han hecho gala de su determinación para retomar las negociaciones bilaterales con el Reino Unido sobre la soberanía de Gibraltar ignorando a los gibraltareños. Por supuesto, esto no ha dado sus frutos y nunca lo hará, porque el único pueblo que podrá determinar libremente el futuro de Gibraltar es el propio pueblo gibraltareño. Y ese innegable derecho a la autodeterminación no admite ninguna “adaptación razonable” de las demandas ilegítimas de terceros. Porque la soberanía de nuestro hogar, que ahora también es el suyo, es un asunto exclusivo del pueblo gibraltareño. De hecho, fue uno de sus predecesores, el distinguido y tan querido General Sir William Jackson, quien acuñó la tan adecuada frase “Gibraltar no es algo que España pueda reclamar ni Reino Unido dar. Es el Peñón de los gibraltareños”. En definitiva, esta es nuestra posición. Sin embargo, mantenemos nuestro firme compromiso con el Foro Trilateral de Diálogo, en el que España, el Reino Unido y Gibraltar pueden tratar juntos cualquier asunto de interés mutuo dejando de lado la cuestión de la soberanía.

Mucho podríamos hacer con nuestros vecinos para impulsar aún más el crecimiento económico por el bien común. El año pasado sobre estas fechas, la Cámara de Comercio de Gibraltar reveló los resultados de un estudio de impacto económico que reflejaba la gran repercusión de la actividad económica gibraltareña en la zona que nos rodea. Uno de cada cuatro puestos de trabajo de la zona —el 25 %— se atribuye a Gibraltar, en comparación con uno de cada seis en 2009. De hecho, somos el segundo empleador más importante en Andalucía después del Gobierno autonómico (la Junta de Andalucía). Y la economía de Gibraltar representa actualmente el 25 % del PIB de la región española colindante, frente al 12 % aproximado en 2009. Se podría decir que Gibraltar aumentó el PIB de la región en más de 500 millones de libras, equivalente a casi 750 millones de euros.

Y todo ello, Su Excelencia, en un momento en el que el Gobierno de España ha cerrado todas las puertas a la cooperación económica generalizada y parece estar más interesado en la absurda navegación de nuestras aguas territoriales —las mismas que Su Excelencia, siguiendo la tradición, ha surcado para llegar al Peñón esta mañana— que en cualquier colaboración de relevancia en el ámbito policial y de vigilancia.

Pero creemos que los intereses de Gibraltar y de la región residen en dejar de lado la confrontación que algunos parecen haber buscado durante estos últimos cuatro años y en establecer una mayor cooperación económica que pueda permitir el desarrollo del verdadero potencial de crecimiento en ambos lados de la frontera con el fin de prosperar y producir una riqueza aún mayor. Y esto sin necesidad de construir otra refinería que podría conllevar una enorme contaminación en la Bahía de Gibraltar.

Pero no limitamos nuestra visión del desarrollo de nuestra economía al vecindario más inmediato. El contexto globalizado actual brinda oportunidades a Gibraltar en todo el mundo. Por ello, actualmente tenemos representación en Londres, Bruselas, Hong Kong y Estados Unidos, y esperamos establecerla pronto en otras naciones también a medida que aumentamos nuestro alcance comercial.

Además, el sector privado de Gibraltar está impulsando proyectos que supondrán un enorme beneficio para los inversores internacionales en esas y otras ubicaciones. Se acerca la inauguración del World Trade Centre. Seguimos progresando positivamente en nuestras negociaciones sobre el desarrollo del proyecto para el complejo Bluewater en el lado de Levante. Asimismo, seguimos avanzando en las negociaciones sobre el potencial de desarrollo de los terrenos de Admiral Rooke, cedido, entre muchos otros, por el Ministerio de Defensa británico por no ser necesario para su uso en materia de defensa. Además, la promoción de MidTown —antiguo terreno deportivo de la Royal Navy— está actualmente en proceso de renovación, lo que ha sido financiado con los fondos de un consorcio local.

Anteriormente, nuestra economía dependía casi íntegramente del gasto del Ministerio de Defensa británico. Actualmente, éste representa tan solo una pequeña parte de lo que fue, aunque no por ello es menos significativo. No sólo porque el Reino Unido es responsable de la defensa y la garantía de nuestra soberanía: hemos presenciado cómo, en los últimos meses, con escalas bastante regulares de activos navales de gran envergadura, se ha reforzado la soberanía británica en las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar, sino también porque un gran número de gibraltareños siguen sirviendo lealmente al Ministerio de Defensa británico como empleados contratados a nivel local. Su empleo continuo y la calidad de ese empleo es un asunto con el que estamos comprometidos y, a este respecto, pronto espero estar involucrado en negociaciones de gran calado y, sin duda, positivas con la Ministra de Defensa.

Es un buen momento para reflexionar, Su Excelencia, sobre el hecho de que una de las partes más positivas y enorgullecedoras de su mandato aquí será, sin duda alguna, la oportunidad de trabajar con el Real Regimiento de Gibraltar (Royal Gibraltar Regiment). El pueblo gibraltareño está orgulloso del Regimiento, y con razón. Sin duda, disfrutará trabajando con un grupo de hombres y mujeres que son motivo de orgullo para el Ejército británico (British Army). Su lema “Nulli Expugnabili Hosti” (ningún enemigo nos ha conquistado) expresa fielmente algo con lo que se identifican todos los gibraltareños.

También estamos muy orgullosos de nuestra asociación con el cuerpo de los Royal Marines, de los que usted ha sido Comandante General, al igual que los dos últimos gobernadores, también Royal Marines. Se trata de una relación larga y duradera, inmortalizada en su lema de batalla (battle honours)[1], de las que estoy convencido que los Marines están igual de orgullosos.

Hoy en día, la relación con Gibraltar es motivo de orgullo. Somos una comunidad multiétnica, multicultural y multirreligiosa con un nivel envidiable de estabilidad política y económica. Una Nación que acaba de establecer su Banco Nacional y su Universidad, que goza del tercer PIB per cápita en el mundo, así como de un nivel de empleo récord (y un nivel de desempleo mínimo). Una nación que también cuenta con una deuda pública en un nivel envidiablemente bajo desde cualquier punto de vista.

Nuestra labor en el Gobierno consistirá en garantizar el mantenimiento de la prosperidad de cara al futuro, especialmente en estos tiempos difíciles para todas las democracias. Las amenazas a nuestra seguridad, que provienen fundamentalmente de orillas del Mediterráneo, son complejas y pueden conllevar importantes consecuencias económicas. Su reconocida experiencia en estos campos es especialmente bienvenida.

La experiencia en cuestiones calpenses es algo de lo que ciertamente no carecía la señora que ha sido capaz de liderar la Oficina del Gobernador en el interregno entre la salida de Jim Dutton y su llegada hoy al Peñón. Alison MacMillan lleva más de veinte años del lado de Gibraltar y de muchos gibraltareños de todo el espectro político y social. El primer cargo que ocupó en nuestro territorio se remonta a hace dos décadas y me consta que ella, Julian, Alicia y Cameron [su esposo e hijos] disfrutan de su vida en Gibraltar. Su Excelencia no podría tener mejor guía para sus primeros días en el cargo para la negociación de las dificultades inherentes a la representación del monarca en una democracia westminsteriana moderna.

De momento, merece la pena recordar que la sección 49 de la Constitución en vigor dispone que el Gobernador —esto es, usted— mantendrá al Ministro Principal totalmente informado de la gestión general de las cuestiones de las que es usted responsable.

También, la sección 52 dispone que el Gobernador y el Ministro Principal —o sea, usted y yo, por lo menos de momento—, deberán reunirse regularmente y el Ministro Principal deberá mantener informado al Gobernador de las políticas del Gobierno y de los asuntos de interés público de Gibraltar. ¡Está claro que vamos a conocernos mucho mejor!

Personalmente, aguardo nuestras reuniones con interés y el tiempo que pasemos juntos, trabajando por el interés general y común de Gibraltar.

Con buena voluntad y duro trabajo, no me cabe duda de que conseguiremos estar al nivel de las generaciones de nuestros predecesores y de que así avanzaremos por el interés general de Gibraltar y de su pueblo.

Así, al emprender esa labor, Gibraltar les acogerá —a usted y a su esposa—, con los brazos abiertos.

Sólo me queda decirles: ¡Bienvenidos a su casa, a Gibraltar!

 

[1] Los Royal Marines llevan la palabra “Gibraltar” en su insignia, conmemorando la toma de Gibraltar en 1704: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/5/59/Flag_of_the_Royal_Marines.png


Nota a redactores:

Esta es una traducción realizada por la Oficina de Información de Gibraltar. Algunas palabras no se encuentran en el documento original y se han añadido para mejorar el sentido de la traducción. El texto válido es el original en inglés.

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