- El Museo Nacional de Gibraltar conserva dos objetos ligados al barco ‘José Luis Díez’: su bandera, bordada por la abuela del Ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, y una placa
- Según el reciente libro Red Ship and Red Tape, la bandera fue ofrecida a Alfonso Guerra, que no mostró interés por ella
InfoGibraltar
El ‘José Luis Díez’ y el compromiso gibraltareño con la libertad
Gibraltar, 27 de enero de 2022
Durante la Guerra Civil española, Gibraltar fue un lugar de refugio y puerta hacia el exilio de muchas personas que, de otro modo, seguramente hubieran sido encarceladas o algo peor. Sin embargo, en Gibraltar la opinión sobre el conflicto de sus vecinos no fue homogénea, y en la historia del buque republicano ‘José Luis Díez’ se evidencian las dos posturas: la del pueblo de Gibraltar y la de las autoridades militares.
La publicación del libro Red Ship and Red Tape. The José Luis Díez and Gibraltar [1] profundiza en la llegada a Gibraltar del destructor de la Armada republicana ‘José Luis Díez’ y la historia social que rodeó a este emblemático destructor republicano español que vivió el final de sus días en Gibraltar.
Un camino de El Havre hasta Cartagena que terminó en Gibraltar
El destructor de la Armada republicana española ‘José Luis Díez’ partió del puerto francés de El Havre, en la Normandía francesa, el 20 de agosto de 1938. Había estado allí desde septiembre de 1937 para ser reparado y mejorado. Su destino, asignado por el Gobierno republicano era la base naval de Cartagena, para lo cual debía atravesar el Estrecho de Gibraltar.
El Estrecho era una zona controlada por el bando sublevado y, para intentar pasar lo más desapercibido posible, la tripulación del buque ideó camuflarlo y hacerlo pasar por el británico ‘HMS Grenville’, con el que guardaba parecido. La argucia no fue suficiente y varios barcos de las fuerzas sublevadas lo identificaron y atacaron. Así fue durante los días 26 y 27 de agosto, hasta que finalmente el crucero ‘Canarias’, le hizo un boquete de unos 16 m2 en la línea de flotación. Con todo, la experimentada tripulación consiguió esquivar nuevos envites del ‘Canarias’ y consiguió atracar en el Puerto del Almirantazgo (Admiralty Harbour) de Gibraltar.
Recibimiento dispar en Gibraltar
Allí vivió una fría acogida por parte de las autoridades militares, a causa de la controvertida y algo sesgada política de “no intervención” que había escogido el Reino Unido con respecto a la Guerra Civil. De hecho, no permitieron que el barco fuera reparado en los astilleros.
Sin embargo, la clase trabajadora y, en general, la ciudadanía gibraltareña, era favorable de manera mayoritaria a la causa del bando republicano. Trabajadores de los astilleros, en faena nocturna y sin cobrar, contribuyeron a la reparación del buque, que pudo volver a estar operativo y zarpar a finales de diciembre de 1938.
Partió de nuevo, tratando de romper el bloqueo de las fuerzas sublevadas y llegar a Cartagena, el 30 de diciembre. Fue atacado por varios buques enemigos y, finalmente, el ‘Vulcano’ volvió a dañarlo y encalló en aguas de Gibraltar, donde fue interceptado por autoridades del Peñón.
Tras este acontecimiento, la tripulación fue arrestada por las autoridades británicas en el Peñón y el 11 de enero de 1939 fue trasladada a Almería, territorio controlado por la República, a bordo del ‘HMS Greyhound’ y el ‘HMS Glowworm’. Por su parte, el ‘José Luis Díez’ fue entregado a las tropas franquistas en marzo de 1939.
La bandera que España no quiso…
El recuerdo del ‘José Luis Díez’ en Gibraltar sigue muy vivo gracias a dos objetos del buque: una bandera y una placa. Ambos están conservados en el Museo Nacional de Gibraltar.
Tal y como cuenta la periodista Debbie Eade en el libro Red Ship and Red Tape. The José Luis Díez and Gibraltar, la bandera del buque fue bordada durante su estancia en Gibraltar por María Magdalena Massetti, cuyos apellidos de soltera eran Marchante López.
La costurera de la enseña, fue la abuela del actual Ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, que acudió a la presentación del libro, y que ha contado orgulloso en varias ocasiones este vínculo familiar con el movimiento antifascista de Gibraltar que fue muy evidente con el suceso del ‘José Luis Díez’.
El emblema que hay en la bandera fue diseñado por Enrique Massetti, marido de María Magdalena. Fue presentado al capitán y a la tripulación del ‘José Luis Díez’ e izado en el destructor. Ese fue el estandarte que ondeó en su último viaje que no pudo culminar.
… y la placa que se hizo con monedas fundidas
El otro objeto, la placa, fue fabricado a base de monedas republicanas de plata fundidas y la encargó la tripulación para agradecer la labor que habían realizado de manera clandestina los trabajadores gibraltareños del astillero. Se trata de un trabajo delicado y cuidadoso de orfebrería, en cuya parte superior se observa el escudo de la II República, y, abajo, el de Gibraltar. En el centro, este texto (en inglés):
“En honor a los héroes que a bordo de esta gloriosa unidad de la Armada Republicana Española forzaron en las altas horas de la mañana del 27 de agosto de 1938 el bloqueo del Estrecho de Gibraltar, mantenido por un considerable número de buques de guerra y apoyados por el fuego de las baterías terrestres de cada lado del Estrecho, al servicio de los traidores e invasores extranjeros, tan valerosa hazaña constituye una brillante acción que quedará en la Historia del Valor, la Lealtad y el Patriotismo.
La población antifascista calpense [Calpean en el original] desea perpetuar esta acción con esta placa, para estimación y ejemplo de todos los que sienten en su corazón los ideales de justicia y libertad.Gibraltar, septiembre de 1938”.
Alfonso Guerra rechazó el recuerdo del ‘José Luis Díez’
Ambos objetos se perdieron de vista durante años. Aparecieron en la sede gibraltareña del sindicato Transport and General Workers Union (TGWU) y fueron expuestos en Londres a mediados de los 70. Jack Jones, que era el Secretario General del TGWU en el Reino Unido, y que había combatido en la Guerra Civil española en las Brigadas Internacionales quiso dejar clara con la cesión, y lo dejó por escrito, que “esta bandera no llegará de ninguna manera a las manos del General Franco ni a ninguna de sus gentes a menos de que sea una verdadera democracia elegida universalmente”.
Retirado ya Jack Jones, envió la bandera de regreso a Gibraltar, a cargo del histórico dirigente sindical de Gibraltar José Netto. Netto y sus contactos en el PSOE y UGT en la comarca del Campo de Gibraltar trataron de hacer llegar a Alfonso Guerra la propuesta de llevar de vuelta la bandera del José Luis Díez a España, pero la idea no pareció entusiasmar mucho en Madrid. Al final, José Netto la donó al Museo Nacional de Gibraltar.
En el Peñón, ambos objetos continúan representando a una sociedad gibraltareña que, en tiempos convulsos y en los que tocaba posicionarse a favor de la libertad o del fascismo, dio muestra de la simpatía activa de su pueblo por el Gobierno democrático de su país vecino.
Agradecimientos:
Archivo de Gibraltar, Archivo de la Casa de la Memoria La Sauceda, Gibraltar Chronicle y autores del libro Red Ship and Red Tape. The José Luis Díez and Gibraltar.
Nota a redactores:
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[1]Autores: Francis Silva, Luis Miguel Cerdera, Gareth Stockey y Debbie Eade, con introducción de Chris Grocott. Casa de la Memoria La Sauceda, 2021.