Más de doscientas personas bailan flamenco al compás de veinticinco guitarristas ante cerca de cuatrocientos espectadores. La entonces alcaldesa de La Línea de la Concepción, Gemma Araujo[1], y el Ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, contemplan la escena. Esta era la instantánea, publicada en los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales, del primer flashmob[2] celebrado con ocasión del Día Mundial del Flamenco. Fue el 16 de noviembre de 2014 en el barco hotel ‘Sunborn’. Quienes no conocen la zona quizá se sorprendan al saber que el barco hotel que acogió el evento no se encontraba ni en Málaga ni en Cádiz ni en la costa de Granada, sino en Gibraltar. Quienes se imaginan la frontera como un lugar de enfrentamiento, tal vez se sintiesen defraudados al ver a llanitos y habitantes de la comarca vecina del Campo de Gibraltar unidos al ritmo de las mismas guitarras.
La iniciativa fue resultado de una idea del bailaor David Morales[3], nacido en La Línea de la Concepción, y de la cooperación a tres bandas del Ministerio de Cultura de Gibraltar, de la Junta de Andalucía, a través del Instituto Andaluz del Flamenco, y del ayuntamiento linense. Las instituciones pusieron las infraestructuras y todos los medios a su alcance para llevar la propuesta a la práctica. David Morales ideó la coreografía y se puso en contacto con artistas, academias y conocidos para dar forma a su propuesta.
El boca a boca y las redes sociales, con la colaboración de las instituciones implicadas, se convirtieron en el principal cauce de difusión. Artistas como Antonio Canales, Silvia Pantoja y Miguel Poveda divulgaron vídeos invitando a profesionales y aficionados a que se sumaran a la iniciativa. Ni siquiera Morales esperaba que tuviera una respuesta tan numerosa ni un eco tan amplio en los medios de comunicación.
El bailaor atribuía entonces el éxito a la buena organización, así como a la colaboración desinteresada de artistas, academias y colectivos de la comarca. “Unos nos ayudaron mandándonos sus vídeos, otros, como el guitarrista algecireño Salvador Andrades, componiendo e interpretando la música”, explica Morales. “Gibraltar era el lugar ideal por las culturas que convergen allí, en el flashmob había hindúes, aficionados nacidos en Manila, Buenos Aires, Bélgica… todos estaban allí reunidos para demostrar, una vez más, que el flamenco es universal”.
“Imágenes como esta rompen las barreras impuestas desde fuera a dos pueblos vecinos y que los que vivimos aquí no queremos porque no nos sentimos así”, subraya Morales. “La gente se abrazaba cuando acabamos el baile, así sí es como nos sentimos”.
El apoyo de los profesores de flamenco de la zona y sus alumnos fue decisivo para el éxito de la convocatoria. Mónika Bellido, de Algeciras, y Lindsay Olivero, de Gibraltar, recuerdan su participación como una experiencia a recordar.
Mónika Bellido, bailaora, profesora de flamenco y catedrática en Flamencología por la Universidad de Granada, acudió junto a un grupo de alumnos de los cursos de flamenco que imparte todos los años para la Universidad de Cádiz. “Lo que allí se respiró”, recuerda, “es que el flamenco es un arte que no entiende de fronteras, fue un encuentro muy emotivo por lo que representa: que el entendimiento entre los seres humanos es más sencillo de lo que pueda parecer, solo hace falta escuchar la música y seguir el ritmo a la vez”.
Apunta que el reconocimiento del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre de 2010 supuso un “espaldarazo” y que ahora los artistas son quienes tienen “la obligación de velar por su continuidad. “Un acto así es lo que debemos hacer para hacerlo plausible, queda claro que el arte flamenco tiene el futuro bien asegurado”.
Lindsay Olivero, gibraltareña de nombre escocés y ascendencia mitad italiana, mitad linense, comenzó a aprender sevillanas y rumbas en Gibraltar con Vicente Vinet hace 20 años. Tenía entonces diez años. Cuando puede acude a clases de flamenco al otro lado de la frontera, en La Línea de la Concepción o en otros puntos de la comarca vecina, como el curso que hizo el pasado verano con la bailaora algecireña Noelia Sabarea o las clases que toma en la academia de Eva Sánchez en La Línea. Le viene de familia. Su padre y sus dos abuelos eran “fanáticos” del flamenco y ella ha heredado la afición. Participó en el flashmob acompañada de otras alumnas de su academia y de otras gibraltareñas que, aunque no van a clase, no dudaron en sumarse a la iniciativa.
“Nos divertimos mucho, había mucho entusiasmo y estábamos allí todos juntos, gente de La Línea, de Algeciras… de todas partes; conocimos a gente a la que le gusta esto y que se mueve en el mundo del flamenco”, explica Lindsay Olivero. Destaca el buen ambiente y cómo antes del flashmob se formaron grupos en los que todos los asistentes se mezclaban para cantar y bailar.
La gibraltareña insiste en que Vicente Vinet es una institución en Gibraltar y añade que en Gibraltar siempre ha habido afición por la rumba y la sevillana. “Aquí flamenco se enseña menos, pero a los que nos gusta vamos a seguir aprendiendo fuera cuando podemos”.
Concluye afirmando que la imagen de gibraltareños y campogibraltareños lanzó al mundo está muy clara. “Mostramos al mundo que todos no llevamos bien, es la verdad, todos estábamos allí porque teníamos algo en común: el flamenco y el baile. Ya podían venir de la China, que a todos nos gustaba lo mismo”.
Mónika Bellido aprovecha la ocasión para “romper una lanza” a favor de los flamencos campogibraltareños. “Esta comarca ha dado a luz a muchos y muy grandes artistas a lo largo de la historia más remota del flamenco y nuestra asignatura pendiente es demostrar al exterior lo que valemos, esta es una manera más de demostrarlo”, subraya. “Es cierto que la unión hace la fuerza y hoy se ha demostrado que estamos unidos”.
Los organizadores y los asistentes coinciden en que se quedaron con ganas de más. El impulsor de la iniciativa, David Morales, dejaba la pregunta suspendida en el aire. En el momento en el que hablaba, en plena gira de su espectáculo ‘Lorca muerto de amor’, se conformaba con la satisfacción de haber superado las expectativas y haber demostrado, como dijo el Ministro Principal de Gibraltar, Fabian Picardo, que Gibraltar y la comarca, “a nivel humano” se llevan “mejor de lo que se puede llevar cualquier vecino”.
[1] En la actualidad el alcalde de La Línea es Juan Franco, de la plataforma ciudadana 100X100.
[2] Evento en el que un amplio grupo de personas se da cita para bailar en un lugar público una coreografía que han preparado con anterioridad. Aunque en un principio los flashmobs se hacían sin previo aviso, se han popularizado los flashmobs anunciados, especialmente cuando se organizan para divulgar iniciativas culturales o con carácter benéfico.